Viaje a la sorprendente Rumanía

Rumanía es ejemplo de esos países que, a priori, pueden no ejercer un gran atractivo. Sin embargo, tanto su historia como su cultura y geografía ratifican que es un destino con bellos rincones y un interesante patrimonio, un lugar donde vivir experiencias interesantes y conocer de cerca su proceso político y social. Conserva la huella de 45 años de comunismo, que culminaron en 1989 con el fin de una dura dictadura que dirigió la familia Ceausescu. Rumanía es, desde 1991, una República presidencialista. Ubicada al sureste de Europa, se incorporó el 1 de mayo de 2004 a la Unión Europea.
BUCAREST. En esta ciudad, conocida en 1900 como “Petit París”, merece una visita La Plaza de la Revolución, que se hizo famosa en el 21 de diciembre de 1989 cuando se emitieron desde allí los últimos momentos en el poder de Nicolae Ceausescu, asomado al balcón del antiguo edificio del Comité Central del Partido Comunista (en la imagen). Destaca también el Ateneo rumano, con su bella arquitectura y excelente acústica y la Iglesia Kretzulescu. Y, entre otros edificios, el Palacio Cantacuzino, construido entre 1898 y 1900. El antiguo centro histórico de Bucarest se encuentra en el barrio de Lipscani y es una de las zonas de la ciudad con más encanto. También se puede visitar el Palacio del Parlamento Rumano, la obra más faraónica del dictador.
SIBIU. Fundada durante el siglo XII por los llamados sajones de Transilvania, fue un centro económico y cultural durante la Edad Media. Es indispensable hacer un recorrido por su centro medieval, admirar la Plaza mayor, la Plaza menor, su catedral, el puente de los Mentirosos, etc.
SIGHISOARA. Es una de las más hermosas ciudades medievales de Europa. En el centro de la ciudadela, es obligada una visita a la Torre del Reloj del siglo XIV.
BUCOVINA. También llamada “región de los monasterios pintados”, con frescos de vivos colores en sus iglesias. Se pueden visitar los monasterios ortodoxos de Sucevita, Moldovita y Voronet. Un lugar de paz en la Rumanía rural de raíces ortodoxas.
BRASOV. Atravesando el desfiladero de Bicaz, situado al límite entre Moldavia y Transilvania, y bordeando el lago Rojo, se llega a esta ciudadde gran interés histórico. Situada a 166 kilómetros de Bucarest, destaca por su centro medieval con la Plaza del Consejo y la iglesia Negra.
BRAN y SINAIA. En Bran se encuentra el Castillo de Drácula. Rodeado de un aura de misterio y leyenda en torno al mito de Drácula de Bram Stoker, está construido en lo alto de una roca de 200 metros de altura. Y, en Sinaia, el viajero puede visitar el Castillo de Peles, ex residencia de verano de la familia real rumana.
MARAMURES. Una región poco conocida en la parte noroeste del país. Maramures cuenta también con impresionantes iglesias de madera, así como con el único cementerio alegre, ubicado en Sapanta, lugar donde la gente trataba el momento de la muerte con humor y naturalidad.
DATOS DE INTERÉS
MONEDA. La moneda oficial se llama “leu”, en plural se dice “lei”. En general, los dispositivos de pago con tarjeta están disponibles en tiendas, restaurantes y hoteles. En las ciudades se puede cambiar de manera segura en cualquier banco u oficina.
GASTRONOMÍA. La ensalada de berenjena, los frijoles, las famosas sopas, o los mici, una mezcla de carnes y especias muy populares. También son tradicionales unos rollitos de carne con hojas de repollo, o el llamado bulz, una mezcla de polenta de harina de maíz, queso y carne. En Bucarest merece una visita el restaurante Caru cu Bere, inaugurado en 1879.