Recomendaciones para proteger el sistema inmunitario de la gripe

Recomendaciones para proteger el sistema inmunitario de la gripe

Según la OMS, cada año hasta 650.000 personas mueren en todo el mundo por enfermedades respiratorias relacionadas con la gripe. Por tanto, es importante saber cómo protegernos ante los cambios de estación, la llegada del frío y los virus estacionales.

El responsable de la gripe es un virus. Las personas ya infectadas son las que infectan a otras personas, sobre todo por vía aérea, a través de las gotitas que se expulsan al hablar, toser o estornudar. En cuanto el virus entra en la nariz, garganta o pulmones de una persona, comienza a multiplicarse y produce síntomas.

Por lo tanto, el primer paso para evitar contagiarnos será evitar el contacto con personas que presenten síntomas de la enfermedad, así como procurar permanecer en espacios bien ventilados y que nos permitan mantener una distancia interpersonal de, al menos, 1,5 metros.

Además, las personas mayores pueden mantener activado su sistema inmunitario siguiendo esta serie de recomendaciones:

  • Llevar una dieta saludable, variada y equilibrada: rica sobre todo en frutas y verduras.
  • Hidratarse adecuadamente: aunque en invierno se puede no tener la misma sensación de sed debido al frío, es necesario que se siga bebiendo suficiente agua.
  • Hacer ejercicio moderado de manera regular: mantenerse en forma ayuda a prevenir todo tipo de enfermedades, no sólo las de transmisión vírica.
  • Evitar el estrés y cuidar el descanso: tener unos hábitos del sueño saludables es imprescindible para el buen desarrollo del sistema inmunológico. Está demostrado que el estrés durante períodos largos de tiempo incide directamente en la habilidad del sistema inmunitario para mantener en las defensas.
  • Evitar los contrastes fuertes de frio y calor y llevar ropa adecuada: prendas de abrigo resistentes al viento y a la humedad y utilizar varias capas de ropa ligeras y cálidas. Generalmente se aconseja llevar tres capas:
    – la primera, en contacto con la piel, de tejido transpirable que evacúe la humedad y mantenga la temperatura corporal
    – una segunda que estabilice la temperatura
    – una tercera (chaqueta) que impida que se pierda calor
  • Proteger la cabeza, las manos y los pies: son las zonas del cuerpo donde se produce mayor pérdida de calor y más susceptibles de congelación, por lo que deben estar protegidos con prendas, recomendablemente, de algodón o lana.
  • Mantener los hogares siempre limpios, cerrando las ventanas de los dormitorios por la noche y ventilando las habitaciones durante el día.
  • La ingesta de algunos suplementos y probióticos específicos. Hoy en día, existen algunos probióticos (microorganismos vivos, principalmente bacterias) que, tras ser ingeridos en cantidades suficientes, mejoran el equilibrio microbiano intestinal, tienen capacidad de estimular la reacción inmunitaria de nuestro cuerpo y confieren beneficios para la salud del huésped.

Finalmente, la vacunación es la mejor herramienta para prevenir la afección de las enfermedades víricas y mitigar su virulencia. Este año, Osakidetza comenzó la campaña de la gripe en el mes de octubre y está inyectando vacunas tetravalentes, lo que significa que contienen cuatro tipos de virus de la gripe (dos de tipo A y dos de tipo B). Estos virus se han seleccionado en función de la vigilancia realizada por la Organización Mundial de la Salud en cada temporada epidémica.

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