Mila Ruiz de Azúa: «La marcha nórdica es un deporte completo y saludable para todas las edades”

No era deportista, pero en julio de 2009 el azar quiso que descubriera la marcha nórdica, en Argómaniz, su lugar de nacimiento y residencia. De la mano del seleccionador vasco y director del Club Hazten, Carlos Durán, no ha dejado, desde entonces, de practicar este deporte a nivel competitivo.
Mila Ruiz de Azúa subraya sus excelencias para la salud. “Es el único deporte que permite la movilidad del 90% de los músculos del cuerpo, un deporte que podemos practicar todos. No hay exclusión por sexo, edad o condición física”.
Cuando comenzó apenas se conocía. “Iba con mis bastones y sentía que la gente me miraba como si estuviera loca. Empezamos en el club nueve personas sin competiciones oficiales. Practicábamos con grupos de diferentes provincias, hasta que llegó el momento en que la marcha nórdica se convirtió en deporte federado”.
La coordinación es básica. Si en el senderismo el bastón sólo asegura el paso, en la marcha nórdica permite el impulso hacia delante. De esta forma, se alarga la zancada y se gana en amplitud de movimiento. Mila Ruiz de Azúa, instructora en la actualidad, afirma que si el objetivo es únicamente dar paseos saludables, la técnica se puede aprender en ocho o diez horas. Esta especialista, que forma parte del grupo de 25 deportistas del club, explica que mientras al andar no se ejercita el tren superior, con la marcha nórdica se realiza un movimiento de brazo pendular “que te impulsa y con el que trabajas toda la musculatura, ayudándote a ir más derecha”. El ritmo acompasado de brazos y piernas, hace que sea un ejercicio aeróbico. Suben un poco las pulsaciones y el corazón se activa. Es un deporte muy adecuado para las personas mayores, pero ello no significa que no lo sea también para los jóvenes.
“Todo depende de que lo que cada uno quiere hacer, se puede practicar desde un punto de vista únicamente saludable o pasar a la competición, pidiéndole un poco más al cuerpo”, afirma esta deportista, delineante de profesión. El club organiza mensualmente cursos de formación de iniciación a la marcha nórdica y de perfeccionamiento de la técnica, además de salidas en grupo.
Esta asociación, ubicada en Plaza Aretxabaleta, trabaja también, desde este deporte, por la recuperación de mujeres que han pasado por un cáncer de mama, pacientes con fibromialgia, y con personas con dolencias de rodilla. Es un deporte inclusivo y beneficioso para todas las personas, ya que refuerza el sistema inmunitario y aumenta la sensación de bienestar, mejora la postura corporal y reduce el impacto en las articulaciones y en las rodillas.
Ruiz de Azúa, que además realiza Pilates y Kangoo Power, explica que para iniciarse en esta práctica conviene que los bastones sean telescópicos, “hasta definir con exactitud la altura adecuada, que oscila entre cinco centímetros hacia arriba, con el brazo en ángulo recto, y cinco hacia abajo”. Por su parte, las dragoneras sujetan y dejan fijo el bastón, que debe disponer de una empuñadura de un material absorbente para evitar que con el sudor resbale.