La antigua Plaza de Abastos, centro de la vida comercial de Vitoria hasta 1975

La antigua Plaza de Abastos de Vitoria ocupaba el solar en el que hoy se levanta la Plaza de Los Fueros, obra de Peña Ganchegui y Eduardo Chillida. Construida en 1899, con la oposición de numerosos comerciantes, el edificio se convirtió muy pronto en el centro de la vida comercial de la ciudad.
El 30 de junio de 1897 se colocó la primera piedra. Eran las seis de la tarde cuando la corporación municipal precedida de maceros, clarines y atabaleros celebró la ceremonia de la inauguración de las obras. Presidió el acto el alcalde, Vicente González de Echávarri, quien fuera un destacado doctor en Medicina. Asistieron también a la ceremonia el presidente de la Diputación provincial, Álvaro Elio y Mencos, el Obispo, varios canónigos del Cabildo Catedral, el gobernador civil interino, el gobernador militar de la plaza, algunos periodistas y otros invitados. Bajo la piedra se guardó una caja metálica con monedas españolas y dos ejemplares de cada uno de los periódicos locales del día, “18 Euskal-Erria”, “El Anunciador Vitoriano”, “El Semanal”, “La Concordia”, “El Alavés” y “El Diario de Álava”.
Dos años después, el 31 de diciembre de 1899, La Plaza de Abastos fue inaugurada, siendo alcalde entonces Federico Baráibar. Poco después hubo que revestir con madera el zinc de la cubierta, debido al mal resultado. Además, a lo largo de su historia tuvo que ser objeto de diversas modificaciones, ampliaciones, apertura de puertas, entre otras labores.
El autor del nuevo edificio fue el arquitecto municipal, Javier Aguirre, quien utilizó para su diseño un estilo moderno, caracterizado por el empleo del cristal y el hierro. El proyecto incluyó 75 puestos para comerciantes con carácter fijo, de pequeñas dimensiones (2,50 m, x 2,50 m.) y 176 puestos para vendedores ambulantes.
Sin embargo, esta iniciativa tuvo años antes muchos detractores. Por ejemplo, en 1878, el arquitecto Martín de Saracibar, en su calidad de Procurador Síndico, presentó un proyecto para construir una plaza pública de abastos, pero 330 comerciantes se negaron, proponiendo que en el caso de que finalmente se realizara se construyera en en la Plaza Vieja (actualmente, de la Virgen Blanca). El proyecto quedó paralizado. Al parecer las discusiones duraron doce años hasta que en 1890 consiguió cuajar el proyecto de Aguirre.


La ciudad bullía alrededor de este mercado, como queda acreditado en una de las imágenes de la página. El sábado 11 de enero de 1975 el mercado de Vitoria abrió por últimas vez las puertas al público, dando el relevo a la nueva plaza en Santa Bárbara,. El 21 de febrero Vitoria asistió al derribo total de su plaza. Se echó abajo en veinte días. Intervinieron siete obreros, con dos grúas, una cargadora y cuatro camiones. Parecer ser que aunque se buscó la primera piedra de la obra que proyectó Javier Aguirre a finales del siglo XIX, ésta no apareció.

Esta demolición no fue ajena tampoco a la crítica. Una parte de la ciudadanía pensaba que el edificio podría rehabilitarse. Finalmente la Plaza de Abastos, ubicada en la llamada Plaza de la Independencia, desapareció y en el solar se levantó un conjunto monumental relativo a los Fueros, que da nombre a la plaza actual.