Fernando de Amárica, el maestro alavés del impresionismo

Fernando de Amárica, el maestro alavés del impresionismo

Único hijo del matrimonio entre Vidal de Amárica y Otazu y Nicolasa Medina y Montero, Fernando nació el de junio de 1866 en una Vitoria que entonces rondaba los 19.000 habitantes. Comenzó su carrera de abogado en Valladolid, influido por su tío, Ramón Ortiz de Zárate, reputado jurista y político.

Fernando de Amárica, que vestía capa y acostumbraba a ir tocado con sombrero de paja negro, terminó su carrera, a los 21 años, con la firme convicción de que su camino profesional no estaba en un despacho, sino en el arte. El pintor, un gran conversador, tenía su casa natal en Vitoria en una parcela en la confluencia de las calles Florida, Dato y Manuel Iradier, que adquirió su abuelo Marcos de Amárica y Gomez de Sáseta.

En 1895 viajó a Roma donde permaneció varios meses junto al también pintor vitoriano, Ignacio Díaz de Olano. Tres años después visitó Roma pintando en el estudio de Sorolla. Tras su paso por Madrid, donde participó en la Exposición Nacional junto a Picasso y Regoyos, fue a París donde conoció a Anglada Camarasa, estudiando a los impresionistas Sisley y Monet. Fue en esta ciudad, en 1903, cuando sus cuadros son admitidos y elogiados por la crítica.

En 1923 celebró su Exposición Personal en Madrid, con un éxito rotundo. Dos cuadros suyos ingresaron en el Museo de Arte Moderno. “Tarde de Septiembre a orillas del Zadorra” y “La Vega de Quel en Abril”. Esta exposición marcó un hito en su carrera y el comienzo de su consagración.

Un año después tuvo lugar en la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria la exposición homenaje que su ciudad le dedicó por su éxito como pintor. Participó en la “Exposición de Arte Español 1828-1928” organizada por la Dirección General de Bellas Artes que se celebró en Bélgica y Holanda. Y en 1935 inauguró su Exposición Personal de Barcelona, en las Galerías Layetanas. Las críticas fueron unánimemente elogiosas, considerándose uno de los grandes maestros del movimiento impresionista en España.

Asistió a varios Salones de Otoño entre los años 1948 y 1955 con algunas de sus más importantes obras, en las que destacó por el manejo de la luz y el color. Los últimos años de su vida, el pintor, casi ciego, se refugió en su casa de Vitoria. Falleció el 6 de noviembre de 1956. Hoy en día, una Fundación benéfica administra su legado.

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