El yoga, un aliado contra el envejecimiento

El yoga, un aliado contra el envejecimiento

Minimizar los efectos que el envejecimiento tiene en nuestro cuerpo es posible. Se pueden hacer muchas cosas para disminuir su impacto y el yoga puede ayudarnos.

Un estudio publicado en el Journal of Occupational and Environmental Medicine afirma que el yoga aumenta la coordinación y mejora el equilibrio. Además, aumenta la densidad mineral ósea en la columna vertebral, las caderas y el fémur, lo que amortigua los efectos de la osteoporosis; baja los niveles de estrés y alivia los síntomas asociados con varias dolencias físicas y mentales. Y es que la corteza cerebral, encargada del razonamiento y procesamiento de la información, adelgaza con el tiempo. Se ha demostrado que las personas que realizan yoga y meditan, mantienen por más tiempo el grosor de esta corteza.

Diversos centros especializados en atención a mayores han incluido la práctica del yoga como actividad física por sus beneficios físicos, psicológicos y sociales. La práctica debe ser: regular, pautada por profesores expertos que supervisen las posturas más adecuadas en cada caso y que puedan corregir los errores para prevenir posibles lesiones, y también responsable. Si se padecen problemas óseos o musculares hay que consultar primero al médico de cabecera o al especialista.

Además, hay que evitar comidas copiosas antes de su práctica, ya que lo más indicado es comer, al menos, una hora antes del ejercicio. El espacio para las sesiones tiene que permitir el movimiento -mejor si es al aire libre con las condiciones adecuadas- y la ropa ha de ser cómoda, que permita hacer los movimientos con facilidad.

Hay que tener en cuenta que esta disciplina, procedente de la India, no es mero ejercicio físico ya que conjuga la práctica de posturas o asanas, la respiración y la meditación. Practicar yoga estimula la concentración y con ello motiva vivir el tiempo presente. Esto aleja el estrés y ayuda a pacificarnos. A nivel físico, mejora la flexibilidad y corrige posturas que causan dolor y malestar.

Son muchos los centros en Álava donde se practica. Aquí puedes encontrar algunos. Elige el que más te guste y comienza a practicar esta disciplina milenaria.

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