Edadismo: Romper con los estereotipos y reivindicar «que no hay una única vejez»

Edadismo: Romper con los estereotipos y reivindicar «que no hay una única vejez»

Un centenar de personas participó el martes, 18 de abril, en el Encuentro Plátika sobre “Discriminación por EDAD: edadismo, viejismo y autoedadismo” y, muchas más, asistieron, vía streaming, a este encuentro abierto a la ciudadanía, que se celebró en el Palacio Europa.

Elena del Barrio, socióloga, Máster en Gerontología Social y Doctora en Ciencias de la Salud, y actualmente Co-Directora en la Fundación Matia Instituto, intervino como especialista invitada, junto a Rodrigo Serrat, Profesor Lector Serra-Húnter en el Departamento de Cognición, Desarrollo y Psicología de la Educación de la Universidad de Barcelona e investigador en la participación ciudadana en la vejez.

Rodrigo Serrat puso sobre la mesa el significado del término “edadismo”, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “como un conjunto de creencias, actitudes y comportamientos que tenemos hacia las personas en función de su edad”, bajo estereotipos en un sentido negativo o positivo, “porque, por ejemplo, ni todas las personas mayores son frágiles ni todas son sabias”.

La socióloga Elena del Barrio habló  de la errónea homogeneización del colectivo de mayores, incidiendo de manera especial en la crisis de la Covid, en la que se produjo una “hostilidad social” manifiesta. Del Barrio defendió el cambio generacional indicando que “las personas mayores hoy ya no se ven reflejadas en estereotipos y reclaman su identidad”. El encuentro abundó en la idea de que no hay una única vejez. Serrat puso como ejemplo la teoría del psicólogo alemán, Paul Baltes, desde la que apunta que, “cuando menos nos parecemos es en la vejez”. Según explicó, en la etapa que tenemos más cosas en común es en la infancia “porque luego las experiencias vitales nos hacen diferentes”. Esta diversidad no sólo se da en el conjunto del colectivo, sino también de manera “intraindividual”, porque no envejecemos por igual en todas las áreas de nuestra vida.

Otra de las cuestiones que se abordó es el de la construcción de las representaciones estereotipadas desde la infancia, donde la persona mayor aparece en los dibujos y en los cuentos como una persona, “malvada, bruja, dependiente y frágil”.

Se incidió en el papel de los medios de comunicación, como grandes perpertuadores de los estereotipos, y en la importancia de las imágenes que se trasladan. Y entre los muchos tópicos se habló de la definición por parentesco que se utiliza para todo el colectivo, catalogándolos como ‘abuelos’, lo sean o no, así como sobre las expresiones paternalistas que manejan los políticos, refiriéndose a ellos como “nuestros mayores”. También se incidió en las dependencias, que en vez de fomentar la autonomía buscan evitar el riesgo, “se puede caer si va sola a la compra o puede perderse en el camino al centro”.

Los ponentes resaltaron la idea de que los mayores son personas reales de carne y hueso, personas diferentes que deben reivindicar y repensar la vejez. “Hay que tomar las riendas de la vida, saber lo que uno quiere para envejecer bien y reclamar un cambio de mirada”.

También se incidió en el aprendizaje de la reivindicación de otros movimientos sociales, como del feminismo, “porque por ser mayor no se es menos válido”, y a ello sumaron la crítica a la cultura adultocéntrica, desde la que el adulto se constituye erróneamente como figura de liderazgo “entendiendo que el niño todavía no ha adquirido competencias y el mayor las ha perdido”.

Entre otros muchos comportamientos equivocados con las personas mayores se habló también de las actitudes infantilizantes, “desde las que se les habla con un tono de voz, un vocabulario y una cadencia como se hace con los niños pequeños”. La socióloga se refirió también a la discriminación de género que se suma en el edadismo, “y si se es mujer migrante en mayor medida”. 

En el transcurso de la tertulia, que se emitió en directo  desde los  BIZAN Abetxuko, Arana, Landazuri y Sansomendi, el público planteó  diferentes cuestiones y percepciones, que fueron expuestas por los ponentes.

También intervino Elena Prado, psicóloga del Servicio de Personas Mayores del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, quien resaltó la importancia de la Red BIZAN como herramienta para visibilizar cómo es la gente mayor “de verdad”, con su diversidad, sus intereses y aficiones, haciendo un repaso a los programas que están en marcha, y desde los que se trata de educar en un cambio de paradigma para romper con los patrones impuestos.

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